sábado, 29 de mayo de 2010

LOS EMPRENDEDORES Y LA CREATIVIDAD (Por Hector Vico)

Eran años cercanos al 1850 y Estados Unidos en su zona oeste se encontraba en plena fiebre del oro. Acudían en busca de enriquecerse de manera repentina, hombres de todo el país e incluso de México, Sudamérica, Europa y Australia. La población se duplicaba cada diez días; un terreno que valía 16 U$S al año siguiente costaba $6.000.

Pero mientras todos buscaban oro hubo una persona que encontró “oro” donde nadie lo buscaba. Levy Strauss con astucia notó que las prendas de los buscadores de oro se arruinaban rápidamente. Con telas fuertes que se utilizaban para carpas diseñó su primer pantalón: el jean. El resto es historia conocida. Levi´s es la marca de jeans más reconocida y vendida del mundo.

Una característica que distingue a los creativos es que, mientras todos se focalizan en los mismos aspectos (“el río y el oro”), los creativos buscan conceptos únicos en los cuales la mayoría no repara.

Grameen Bank se encuentra establecido en más de cincuenta países. Podría ser un banco como cualquier otro. Sin embargo, su fundador, Muhammad Yunus, ha elegido un camino fuera de lo común. El primer crédito que otorgó, sin la formalidad del sistema bancario, fue un préstamo personal de 25 dólares a un grupo de 42 obreros (¡62 centavos por persona!) Es más, ha roto con todas las reglas de los sistemas bancarios y financieros. Es el fundador mundial del microcrédito.

No solo desafió los convencionalismos prestando dinero a segmentos pobres de la población con escasas, a decir de los “expertos” tasas de cobrabilidad (ha logrado tasas del 98% de devolución de prestamos!) sino que además su creatividad permitió extender las nociones comunes arraigadas de garantía. En su banco no son los bienes las garantías, ¡son las personas!; los deudores garantizan entre sí sus créditos. Se agrupan en número de cinco y todos pierden el crédito si uno no paga. Este sistema ha generado un fuerte sentimiento de compromiso y de ayuda mutua.

Muhammad Yunus y Grameen Bank salieron del pensamiento “en caja” que gobierna el ámbito de las reglas de préstamos: las garantías como bienes físicos. Extendieron el concepto, salieron de la trampa del pensamiento “en caja” y se atrevieron a ponerse por fuera de la ortodoxia del negocio. Las personas creativas tienden a asumir mayores riesgos que las personas convencionales y no tienen miedo que sus ideas tiendan a ser vistas como ridículas.

Expertos de la industria cinematográfica intentaban disuadir a un señor de realizar el primer largometraje de dibujos animados en la década de 1930. Hacia 1950 ningún inversionista quería financiar un parque de diversiones a esa misma persona.

Sin embargo la película se hizo. Fue un éxito rotundo: Blancanieves y los siete enanitos. El parque de diversiones se hizo. Disneyworld es un mundo fantástico de entretenimientos para la familia brindando una calidad de experiencia superior.
Esa persona era Walt Disney. Una vez dijo No pude convencer a los financieros que Disneylandia era un proyecto factible. Los sueños ofrecen pocas garantías de pago.

Las personas creativas tienen sueños y visiones. Están enfocados, tienen confianza en sus ideas y creen en sí mismos. Ven en su cabeza tan claro todo que no aceptan la negativa aún de los “expertos”. Saben íntimamente que su idea va a triunfar y realizan todos los intentos hasta que su idea prospera.

Como Levy Strauss, si todos miran al norte, quizá la oportunidad esté al sur.

Como Muhammad Yunus hay que salir de los límites que nos proporciona el “pensamiento en caja” y la ortodoxia de nuestro emprendimiento. El riesgo es parte de la implementación de una idea creativa.

Como Walt Disney hay que atreverse a soñar, aún a pesar de los “expertos”.
Su personalidad creativa fue el rasgo distintivo, entre varios otros, que hizo que estos tres emprendedores pudieran imponer “su visión” y lograr “sus sueños”. Y contagiarnos a todos….

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