sábado, 29 de mayo de 2010

¿LA PROXIMA CRISIS CUANDO LLEGA? (Por Hector Vico)

Una nueva crisis está por suceder, aunque no sabemos ni cuándo ni dónde. Lo único que podemos concluir es que las autoridades llegarán tarde una vez más para mitigar el impacto en la economía y los mercados así como en la riqueza de los inversores. Por eso es importante analizar las similitudes entre ellas.

Cuatro crisis muy diferentes (y muy parecidas) encadenadas

En el capitalismo moderno se renuevan permanentemente innovaciones tanto financieras como reales que activan procesos especulativos que, tarde o temprano terminan en una crisis. En todas ellas, el gobierno actúa siempre en forma tardía con el objetivo que la estabilidad estructural de la economía no sea comprometida aún más por su difusión. Pero lo más paradójico es que en las cuatro últimas grandes crisis se encuentran patrones muy parecidos y en base a factores encadenados.

1) Incorporación de innovaciones provenientes de países más desarrollados (Asia, 1997)

Uno de los regímenes de crecimientos muy dinámicos era el del sudeste asiático en los 90´s. La incorporación de nuevos instrumentos financieros no fue en este caso la innovación, dado que ya existían en los EE.UU. La crisis provino porque estas innovaciones eran sometidas a reglamentaciones heredadas del pasado, desajustadas frente a las nuevas exigencias de la estabilidad financiera. Más tarde, y después de los consejos del FMI, la mayor parte de los países asiáticos que fueron víctimas de la crisis de 1997 ya saben que hay que acumular reservas suficientes para prevenir mejor el miedo de una devaluación de la moneda doméstica y soportar de otra manera un sistema bancario endeudado en moneda extranjera.

De 1998 al presente, sólo he visto progreso y altas tasas de crecimiento respecto de estos países, pero era necesario una crisis con un alto costo social para que se dieran cuenta de los ajustes a hacer.


2) Sobreestimación del impacto de tecnologías informáticas y la liquidez (Burbuja punto.com, 2001)

El empresario es el que impulsa periódicamente el crecimiento de las economías a través de innovaciones revolucionarias tanto en materia de productos como de procesos, lo que incrementa la rentabilidad. El crédito acompaña la aceleración de la formación de este nuevo capital en los sectores en donde se ven beneficiados. Esa es la lógica capitalista, que se apalanca. Pero este proceso desemboca en una especulación mayor que tiene a la rentabilidad financiera de corto plazo una relevancia mucho mayor a la de largo plazo. La burbuja de Internet encaja perfectamente en la explicación en esta lógica. Las innovaciones en este caso provienen de la facilidad de las primeras innovaciones en la bolsa (los primeros que la ven son los que se benefician más rápido), capital de riesgo abundante, nuevas ámbitos para emprendimientos tecnológicos y stock options, entre otros. En este caso la salida fue menos traumática para los EE.UU. porque se bajaron las tasas de interés en vez de incrementarlas en el caso asiático para poder volver a atraer capitales, y se puso en práctica un programa de recuperación de la economía en vez de recortar el excesivo gasto.

3) Productos derivados y acumulación de desequilibrios (Crisis de las hipotecas subprime, 2007)

Más fresca en la memoria de todos nosotros se encuentra la Crisis Subprime. En una suerte de continuación de la anterior, la mayor apertura internacional y la fase de crecimiento genuina permitieron mantener bajas tasas de inflación y, a su vez, bajas tasas de interés. A pesar del fracaso que representó la quiebra del Hedge Fund LTCM, el mercado de derivados se fortaleció para sostenerse detrás del relajamiento de las condiciones crediticias y del continuo aumento hasta el 2006 de los precios de las viviendas a través de productos sofisticados. La lógica es conocida, y el traslado del riesgo de una entidad a otra no era más que un espejismo: el riesgo sistémico crecía constantemente, dado que el riesgo salía por la puerta, pero volvía a entrar por la ventana. Las mismas entidades que se sacaban de encima el riesgo eran las que lo volvían a tomar y en forma apalancada para potenciar los rendimientos que de por sí eran bajos. Era una manera de diferenciarse, ganar más que el promedio, a costa de mayores riesgos. Pero el castillo de naipes se derrumba al cambiar de signo la evolución del precio de la viviendas, cobrándose una víctima (Lehman Brothers) que acentuó una recesión doméstica que había comenzado un año antes y que a partir de ahí se convertiría en una recesión mundial. Recién la semana pasada vimos un paso concreto, que es una reforma “Light” del sistema financiero. Pero en medio de otras crisis, esta vez de orden fiscal.

4) De las crisis financieras a las crisis fiscales: Grecia y el Euro (2010)

Otra vez, una crisis que engendra a la otra. El salvavidas dado a los bancos por los distintos gobiernos de países centrales y el manejo de la política monetaria a través de sendos planes nunca antes vistos en la historia en materia de inyección de liquidez y rebajas de tasas de interés están en otro foco de riesgo sistémico, que ya comenzó a explotar. Hacía rato que el VIX no se ubicaba en la zona del 40% anual cuando el precio normal del riesgo es en el rango 15-20%. Es consecuencia de las enormes deudas públicas que precedieron a la salida de la crisis financiera (número 3). Islandia estalló. Irlanda sufrió y Grecia fue rescatada antes de su estallido, marcando el camino que podrían seguir España y Grecia. Por las dudas Italia ajusta gastos al igual que España, cuando ambos países se esmeraron en decirnos que no había ningún problema. Muchos inversores especulan y se benefician a través de los CDS, apostando a un agravamiento de la misma, hasta los mismos que emitieron esa deuda y que ayudaron a maquillar la realidad (Goldman Sachs).
Figura 1
Cuatro crisis muy diferentes y, a la vez, muy parecidas y encadenadas



Fuentes: elaboración propia de Gustavo Neffa en base a Robert Boyer: L’économie mondiale : trente ans de turbulences

Consejos a tomar en cuenta

Como la crisis es de solvencia y no de liquidez, toda inyección no es más que una manera de ganar tiempo y de patear el ajuste para más adelante (¿se acuerdan de los últimos EUR 750.000 millones?). Pertenecer tiene sus privilegios (tasa de endeudamiento idéntica a la de Alemania en su origen), pero la misma dinámica de los inversores nos ilumina la realidad, que debería ser iluminada por los gobiernos, calificadoras y los organismos reguladores mucho antes de que estalle la burbuja, corriendo delante, no detrás de los hechos. No concibo un país sujeto a reglas estrictas que nunca haya conseguido desde el mismo año de su incorporación en el 2002 cumplir con las reglas y que no sea expulsado de ese club. Al revés, se le hace un salvataje. Otro más que vimos en las distintas crisis. La misma solución que los EE.UU. con su sistema bancario, que ahora gana tanta plata como en aquél entonces. Los inversores debemos temer y desconfiar de este tipo de soluciones y aprender a leer la realidad.

Cuidado con el Euro, los europeos piensan puertas adentro, ya no como europeos, están puesta en duda la misma constitución de la Eurozona.
Cuidado con las posibles otra burbujas: atención con los EE.UU. y Gran Bretaña, por ahí podrían provenir la próxima crisis de deuda a mediano plazo.
Cuidado con el posible fracaso de los sistemas de previsión social tal cual como están diseñados, que retroalimenta la crisis número 4. La clase pasiva no puede ser atendida a futuro por la activa a menos que se incrementen sensiblemente las edades de jubilación o se paupericen los beneficios a futuro.
También recomiendo seguir de cerca la aparición de la inflación. La última cifra de deflación minorista en EE.UU. nos deja tranquilos para el corto plazo. Pero no para el largo.

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