sábado, 19 de septiembre de 2009

LA IMPORTANCIA DE LOS PARADIGMAS (Por Hector Vico)

Acerco una historia real que le sucedió a uno de los mejores jugadores de golf argentinos: Roberto De Vicenzo . "Después de ganar un torneo, se dirigía hacia el aparcamiento con el cheque del que se había hecho acreedor. De improviso, una mujer con aire de desesperación se acercó a su coche y le dijo que su único hijo se estaba muriendo de una enfermedad terrible. Al pequeño sólo podía salvarle una costosa operación que ella no estaba en condiciones de afrontar, y una serie interminable de medicamentos. No tuvo que esforzarse demasiado, porque Roberto le endosó al instante el cheque que acababa de ganar y se lo dio.Al día siguiente, un amigo le llamó por teléfono y le preguntó:- ¿Se trataba de una mujer que te dijo que su hijo se estaba muriendo, y te pidió que la ayudaras a salvarlo?- Sí, se la veía bastante desesperada -contesto Roberto-Su amigo repuso:- Lamento decirte que esa señora es un fraude. La hemos visto varias veces por esa zona, y se ha aprovechado de varias personas que, como tú, le creyeron.- ¿Entonces el niño no se está muriendo? -preguntó Roberto-- ¡Por supuesto que no!Y De Vicenzo dijo en voz alta, visiblemente aliviado:- Pues es la mejor noticia que he oído hoy."Esta anécdota me hace reflexionar sobre la manera en que nos tomamos las cosas. La importancia de nuestro paradigma personal. Un verdadero campeón reacciona como De Vicenzo, un hombre que en todo momento sabe cuál es la batalla que merece ser librada y la victoria que merece ser festejada, con la simplicidad de la verdadera sabiduria.Un paradigma es un módelo. Elaborar paradigmas forma parte de nuestra estructura de pensamiento, y también desafiarlos. Trata que tus paradigmas te den alas, no cadenas.Thomas Khun, un científico que estudia los paradigmas explica que la ciencia progresa de la normalidad hacia la crisis, de la crisis a la revolución y de la revolución a una nueva ciencia que será oficial hasta una nueva crisis. Nada es permanente en el mundo del conocimiento. El término revolución significa en este caso "giro", en el sentido de cambio profundo.La revolución es la oportunidad de pasar de un paradigma a otro mejor. La oportunidad la defino como una coordenada de tiempo y espacio donde encuentras la apertura propicia para tu acción.Piensa por un momento qué ideas consideras aceptadas, y en algunos casos indíscutibles. Piensa cuántas veces has reflexionado sobre esas ideas. Piensa cuántas veces quisiste desafiarlas y no lo consideraste oportuno. Esas ideas son los paradigmas que te gobiernan.Los paradigmas tienen dos caras como una móneda:1. Positivos: son aquellos que expresan los conocimientos que se tienen sobre un asunto dado e invitan a ampliar sus límites.2. Negativos: los que no admiten discusión y se vuelven inmóvibles y tiránicos.Si se desarrolla una crisis, el paso de un paradigma a otro se hace necesario. Cuando nuestra vida se conmueve por la aparición de un gran dolor o de un sentimiento que nos perturba, no podemos evitar elaborar una nueva visión de la realidad. Quedarse con lo conocido es estancarse, es quedarnos con pocos elementos para vivir la vida, que exige cada vez más mayor sutileza y conocimiento para degustarla.Muchas veces escuchamos la voz de un grupo de verdaderos inquisidores de la imaginación y la voluntad de progreso: se trata de los "realistas". Gente seria e informada que pretende decirnos qué es realista y qué es imposible o delirante. Nadie es dueño de la realidad, se trata de personas que poseen rígidos paradigmas y creencias que necesitan abrumar las posibilidades de los demás, por falta de imaginación propia o por razones de poder.Recuerda: el paradigma es un modelo que nace de los conocimientos y creencias que tienes sobre algo. Todos tenemos paradigmas conscientes e inconscientes sobre casi todos los temas. Los paradigmas deben durar hasta que aparezcan otros mejores, es el camino del progreso del conocimiento.Les dejo con una frase para reflexionar:"¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?" (Vincent Van Gogh)

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